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viernes, 23 de septiembre de 2016

"No soy más que un fiel servidor de la justicia y el bien": Los 99 años de "El Santo"

Por Eduardo de los Ríos|


“Nació en mero Tulancingo un 23 de septiembre, nació de muy buena pata con el santo por nombre enmascarado de plata…” así es como la canción “Guacarock del Santo” del grupo de rock mexicano “Botellita de Jerez” nos comienza a platicar la historia de uno de los ídolos más grandes de la cultura mexicana de los últimos tiempos.
Conocido entre los mortales como Rodolfo Guzmán Huerta; nacido el 23 de septiembre de 1917 en Tulancingo, Hidalgo.  

Comenzó su carrera como obrero de un fábrica textil en la Ciudad de México, practicando varios deportes entre los que destacan béisbol, futbol americano, jiujitsu y el deporte por el cual se volvió una leyenda… la lucha libre.
Rodolfo comenzó a luchar con diversos nombres como “El Hombre Rojo”, “El Murciélago 2”; para finalmente convertirse en el “Santo: El Enmascarado de Plata”.  Este último título fue sugerido por el entrenador del luchador, Jesús Lomelí.


En 1942  debuto El Santo como un gladiador del bando de “Los Rudos”, el cual se destaca por ser los malos del cuento  en oposición a los buenos, representados por los “Técnicos”. Bando al cual se uniría eventualmente “El enmascarado de Plata”. Entre sus logros luchisticos se encuentran varios campeonatos de peso crucero, las cabelleras del Cavernario Galindo, la de El Perro Aguayo y la máscara de Black Shadow; la creación de la llave “De a caballo” y “El tope Suicida”.
Su gran rival siempre fue el gran Blue Demon, ya que su rivalidad no solo era en el ring, sino que muchas veces en la pantalla grande y en los puestos de periódicos estaban en constante competencia para ver quién era el mejor.

Una década después de su debut, en 1952, se le ofreció al Santo aparecer en una historieta creada por el artista José Guadalupe Cruz, dicho cómic fue publicado sin parar hasta la década de los 80´s.  A finales de dicha  década, “El Enmascarado de Plata”, ya se había convertido en un superhéroe de carne y hueso, lo que trajo consigo su debut en el cine en la cinta “El Santo vs El Cerebro del Mal”, película en la cual combatía contra un científico perverso que desea lavarle el cerebro a las personas y volverlos zombis.

A partir de ese momento El Santo protagonizó 52 filmes, varias apariciones en televisión y teatro, sin dejar de luchar un solo día de su vida. El estilo de estas películas contenía argumentos donde actuaba como un  superhéroe luchando contra criaturas sobrenaturales, científicos locos o el crimen organizado.

Aunque  se les quiso dar un enfoque muy serio tratando de crear un estilo de horror gótico que sin querer se consideraban más bien comedias involuntarias.  Pero pese a esto, fueron grandes éxitos de  taquilla, y se exportaron  a muchos países. Incluso en Europa las películas del Santo fueron consideradas verdaderas "joyas" de un estilo de "cine surrealista mexicano", adquiriendo un estatus de cine de culto.
El gran Enmascarado de Plata apareció en 1982 para anunciar su retiro en el programa “Contrapunto” que conducía Jacobo Zabludosky y en el cual se retiró la máscara y después de 40 años de carrera se conocía el rostro de Rodolfo Guzmán Huerta. Debido a que nunca se le veía sin su icónica tapa plateada.
El Santo siempre decía:
“El día que yo me quite la máscara, el Santo muere”

Y como premonición. El gran ídolo, El Enmascarado de Plata murió el 5 de febrero de 1984 a los 66 años de edad  a causa de un infarto, después de una actuación en el teatro Blanquita de la Ciudad de México. Al día siguiente El Santo fue enterrado con todo y su máscara puesta. Fue despedido por unas 10 mil personas; además sus rivales Blue Demon y Black Shadow cargaron el ataúd de la leyenda de Plata.
Su influencia es tan grande que sus películas son aclamadas en el extranjero, sus historietas son joyas de la iconografía mexicana, su imagen en una de las estampas más reconocibles de México, ha inspirado a muchos luchadores jóvenes, canciones, juguetes, etcétera.
Para mi  El Santo es un símbolo del pueblo mexicano, que comienza desde abajo, que lucha, que no se rinde y que nos demuestra que todo es posible. Nos enseña que se puede ser alguien noble, con un aprecio a los demás, ser el héroe de muchos e inspirarnos a ser mejores. Además es innegable que todos lo conocen y saben de sus logros, pocas personas llegan a ser ídolos de ese tamaño. El Santo era de esos.
Yo comencé a engancharme de la lucha libre gracias a que mi padre me mostró a esos guerreros que luchan en un ring de 12 cuerdas, todos lo domingos. Pero quien me hizo  enamorarme del deporte del costalazo fue  El Enmascarado de Plata, su estilo de lucha y su calidad humana me hicieron vitorearlo a pesar de ya haber muerto y solo verlo luchar en el cine.
Así pues los invito a que si no son fans de la lucha libre, conozcan este fabuloso deporte; si no conocen a Santo, vean su cintas, lean sus historietas y dense cuenta de la importancia que tiene este gran luchador para nuestro país.

 ¡Feliz cumpleaños 99 Santo!


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