En esta ocasión visitamos las ruinas de la
antigua ciudad prehispánica de Tlatelolco, la iglesia de Santiago y por último
la famosa plaza de las tres culturas, la cual es un punto emblemático de la
ciudad de México desde hace mucho
tiempo.
Esta plaza adquiere su nombre porque en ella se encuentran manifestaciones arquitectónicas de tres
épocas memorables en la historia de nuestro país. Lo primero que vimos fue la
iglesia de Santiago, la cual se erigió poco después de consumada la conquista
de Tlatelolco por parte de los españoles quienes vencieron y apresaron a
Cuauhtémoc.
Este templo fue construido a partir de los
restos de las antiguas construcciones de los
Mexicas, este lugar está dedicado a Santiago Mataindios y funciono hasta
la época de la Reforma para ser desmantelada y convertida en bodega. Años más
tarde se utilizó como la aduana del pulque.
Lugar en donde llegaban todos los trenes que
venían de las regiones pulqueras del país y que además se usaba la iglesia como
taller de desinfección para los vagones que iban llegando. Posteriormente en la
época de la revolución mexicana se utilizó como prisión militar, siendo una de
las más temibles de la época.
En dicha cárcel estuvieron recluidos
Francisco “Pancho” Villa y Bernardo Reyes; además dicho lugar fue el terreno en
donde apilaron los cuerpos de muchas de las víctimas de la matanza de los
estudiantes el dos de octubre de 1968, justo a dos semanas de las olimpiadas.
Otro
punto de nuestro recorrido fue el mural pintado por el muralista mexicano David
Alfaro Siqueiros en el edificio conocido como Tecpan, el cual sirvió como casa
a Hernán Cortes y también fungió como
centro de control para el tráfico comercial que llegaba a Tlatelolco.
El siguiente punto que visitamos en nuestro
recorrido fueron las ruinas de la antigua ciudad de Tlatelolco que formaba
parte de la Triple Alianza en conjunto con Tenochtitlan y Azcapotzalco.
Originalmente en este lugar se encontraban cinco lagos, siendo de los más importantes el de Zumpango y el Axtocan.
El nombre de este sitio viene de la palabra
Tlatiluco de origen Nahuatl que significa “montículo de arena”. En un principio
Tlatelolco era un islote al igual que
Tenochtitlán pero finalmente fue
tomado por los tlatelolcas después de ganar una disputa por la riqueza y
ubicación de dicho terreno.En la ruinas pudimos apreciar los distintos
niveles en los que se construyó dicha zona en donde hay numerosos vestigios de
la ya extinta civilización que habito ese lugar hace cuatrocientos años
aproximadamente.
Los edificios más
importantes son el templo de Huitzilopochtli y Tlaloc; el templo de Ehecatl y
el temazcal que se utilizó como parte de los
ritos de purificación para las mujeres embarazadas. Además en los costados de
uno de los basamentos vimos las representaciones de los días de un mes y lo
símbolos de diversos elementos que representaban los distintos días.
Por otro lado la plaza está rodeada por
diversos edificios multifamiliares los cuales fueron construidos en 1964 por el
presidente Adolfo López Mateos con el fin de darle un aire moderno a la ciudad.
Cuatro años después en dicho lugar se llevó a cabo la matanza estudiantil el 2
de octubre.
Evento en el cual perdieron la vida
muchísimos jóvenes quienes pedían a
gritos un cambio social en nuestro país, pero que lamentablemente fueron
masacrados por el batallón Olimpia y el ejército para reprender las
manifestaciones y el mitin que se llevó a cabo ese día.Cuando llegue
a este sitio no podía creer, que por fin estaba pisando el suelo de un
lugar que tiene tres historias diferentes que contar y que solo había visto en
fotografías o en películas que hablan de los acontecimientos de la masacre
estudiantil del 2 de octubre.
Siempre añore con visitar Tlatelolco solo por
el simple hecho de conocer la plaza misma, pero por encima de todo el conocer
esos monstruosos edificios que continuamente siento cierta atracción hacia
ellos por su estilo arquitectónico, el cual
fue muy popular en los 60´s.
La iglesia es muy diferente a los que estoy
acostumbrado a ver, con pocos adornos tiene un encanto que hace que su retablo
principal dedicado a Santiago apóstol resalte por mucho, siendo el principal
atractivo del templo plateresco. Por otro lado las ruinas me recordaron
muchísimo al templo mayor del zócalo.Después de haber conocido este espacio, me
atrevo a decir que Tlatelolco es punto y aparte dentro de la misma ciudad. Es
un punto tan diferente al resto de la cuidad que de pronto me olvide que estaba
en la misma.
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